Una de las muchas alegrías de ser hijo de Dios, a parte de lo asombroso que ya es conocerle, es saber que ahora tenemos una "nueva familia". Y es que si somos hijos de Dios por decidir seguirlo, todos aquellos que también lo han hecho vendrían a ser nuestros hermanos... osea que somos una gran familia, la iglesia de Dios. No es maravilloso... los que eran hijos únicos ahora están repletos de hermanos, los que se sentían solos ahora están acompañados, los que no se creían poco apreciados ahora pertenecen a una familia, y a los que les gustan los familiones y la bulla como a mí ahora tenemos más gente a quien amar.
Pero como toda familia hay días buenos y malos, ya que es imposible pensar que es fácil estar siempre de acuerdo cuando todos somos diferentes. Pero allí está el encanto y el reto, pues no es necesario parecer una manada que piensa, dice y siente todo igual, sino reconocer que fuimos creados para ser únicos, pero al mismo tiempo estar unidos en el amor de Dios!!!. En la Biblia se menciona que somos un solo cuerpo, unido y dirigido por Cristo (Colosenses 3:15), y el que ama a Dios debe también amar a aquelllos que le rodean. Esto es algo lógico, pues así como hemos recibido ese gran amor de Dios que ama a pesar de todo, debemos también aprender a desarrollarlo con los demás. No siempre es fácil, pero el que comprende cuán grande fue el precio que tuvo que pagar Dios por Su iglesia sabe que vale la pena el esfuerzo de aceptar, orar, compartir, discipular, conocer, defender, perdonar, pedir perdón, visitar, escuchar y amar a su hermano.
"...La familia de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, la cual sostiene y defiende la verdad". (1 Timoteo 3: 15b DHH)
" Esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación" (Romanos 14:19 NVI)
Así como Dios sigue moldeando tu vida, también lo está haciendo en otros, así que mira con ojos de fe lo que Dios quiere formar en ellos y alégrate porque juntos tienen una importante tarea... dar a conocer a su Padre Celestial!!!.
La Bechi.
Cierto Bechi, para mi ha sido maravillos verlas crecer y desarrollarse como parte de mi familia en Cristo, una familia que abrazamos para la eternidad.
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