lunes, 24 de marzo de 2014

Una salida "empapachante"...

Esta semana salió un mini reportaje de las hamburgueserías top de Lima, y mientras mi esposo y yo veíamos la nota, lo único que pasaba por nuestras mentes era: "yo quiero esa hamburguesa, yo quieroooo!!!". Así que sin más, esperamos el fin de semana para ir en busca de dicha hamburguesa que nos estaba quitando el sueño... así llegamos a Papacho's.

Nos tomo un tiempito entrar porque había lista de espera (y eso que la hora de almuerzo ya había pasado), pero como nos vieron con bebé la espera no fue mucha y nos acomodaron en la primera mesa que se desocupó. El lugar es muy bonito, lleno de detalles tipográficos, banquetas, plantitas, acabados en madera, cosas de estilo industrial, y ese toque medio hipster que han adoptado muchos lugares últimamente (jeje). La verdad, nada que te intimide a estar vestido de cierta manera, al fin de cuentas son hamburguesas y para eso no se necesita tanto "charm". Lo que más no llamó la atención fue el mantel de papel kraft y las crayolas para ir dibujitonteando hasta que llegue el pedido. Otro punto a favor era la música noventera, no sé si ese día el DJ estaba inspirado, pero mientras estuvimos allí toda la música estuvo muy buena.
Y ahora sí, la comida!!!. La carta ofrece varias opciones originales de hamburguesas, y puedes elegir entre papas o aros de cebolla (ósea los "onion rings" como me dijo el mesero) como acompañamiento. También a platos a la carta como salchipapas, pastas sencillas y por supuesto, hamburguesas al plato bastante peculiares. Nosotros pedimos un Chaufa Burger (que venía con arroz chaufa + plátano frito + huevo montado + ensalada agridulce), y una que la verdad no estoy segura como se llamaba, pero estaba buenaza (tenía tocino + queso + pickles + choclito y guarnición de aros de cebolla). Y para tomar mi esposo pidió un frozen de maracuyá, y yo una limonada con menta y kión, que para los que les gustan los sabores intensos como a mí, es un golazo. La única observación fue que a uno de los platos le echaron el ketchup encima, y mi esposo hubiera preferido que no lo pongan ya que no es muy fanático del ketchup.
En cuanto a precios, digamos que no es como irte a comer una hamburguesa del McDonlal's más bien como una de Chili´s, pero las porciones son bastante generosas y te atienden muy bien.






Al final nos costó terminar la comida porque todo estaba bien contundente y muy rico, así que no hay roche con los que comen bastantito, si se llenan con un plato. Salimos contentos y bastante barrigones, así que de allí nos dimos una caminadaza para que baje la pancita. Ojalá podamos regresar en otra ocasión para probar alguito más.


lunes, 17 de marzo de 2014

Otra de zapatillas...

Ya sé que escribo mucho sobre mi afición a las zapatillas, pero así es cuando algo te gusta y estás convencida de que es "lo más" para ti... aunque no todos lo entiendan (jeje).

Y es que el otro día mi querida madre (y estoy segura que fue sin ninguna intención oculta, sólo se le salió) me dijo: "por favor, ya no uses esas zapatillas con tus vestidos!". La verdad que desde que era adolescente me perseguía para que dejara de usar pantalones cargo y zapatillas de skater, pero hace mucho que no la oía decir algo sobre mi vestuario. No me ofendí ni nada, pero en el fondo (muy en el fondillo de mi corazón) me volvió a entrar esa duda de saber si mi gusto por lo "relajado e informal" estaba fuera de uso, así que me puse a investigar en internet y ta-tán!!!





Un montón de fotos que respaldan mi uso de zapatillas con faldas y vestidos (sólo que no puse todas las fotos porque muchas eran de chibolas y eso juega en mi contra...jeje).
Entonces no soy yo, lo dice el internet y no está mal quitarle lo lady de la falda usando zapatillas de vez en cuando. Además la crítica materna resultó bien, mi madre me engrió con un par de zapatos nuevos... yeeeee!!!


lunes, 10 de marzo de 2014

Paso a pasito cambio todito...

Ya me entró el bichito del "makeover house" otra vez... sálvese quien pueda!!! (jeje)
Y seguro a ustedes también les pasa (más si son mujeres), que cada cierto tiempo se aburren de como está su casa o le encuentran mil y un defectos a la distribución. Bueno, a mi me pasa bien seguido, y es que cómo todavía mi casa está en "lento proceso" a convertirse en el lugar que yo imaginaba cuando nos mudamos, esta ansiedad por poner todo de cabeza me da con bastante frecuencia.

Verdad?, les conté que en diciembre le dimos un cambio de look a la sala, pero la verdad todavía no hay fotos decentes para que puedan ver el bonito cambio. Lo que ahora me urge es acondicionar el cuarto de mi hijo, porque ya dejó de ser un bebé (buaaaaa!!!, llanto inevitable de una madre cuando cae en la cuenta que su hijo ya creció) y necesita un lugar donde poder moverse tranquilo sin golpearse con el coche o el cambiador de pañales. Lo malo es que cuando digo: "hoy es el día del cambio", entro y veo tanta cosa acumulada que me desanimo. Así que creo que debo ir por partes y con calma, ya que tampoco tengo mucho tiempo o dinero para hacerlo del a noche a la mañana:





Paso 1 - lluvia de ideas. Con la ayuda del Pinterest, escoger bonitas referencias para tener un mar de ideas.
Paso 2 - despejar el área. Y con esto me refiero a sacar, con todo el dolor mi mi alma, aquellas cosas de bebé que hay en ese cuarto y que ocupan espacio valioso solo porque me da nostalgia regalarlas.
Paso 3 -  hacer una limpieza profunda. Esa que se hace con matabichos y cloro para que quede "piticlín".
Paso 4 - pintar la habitación. Ahora que mi hijo ya está hecho un hombre (jajaja) el color celeste bebé como que ya no le va, así que puedo optar por darle más vida a ese espacio usando una linda gama de colores.
Paso 5 - armar cama y muebles. Ahora a desarmar la cuna y convertirla en cama para que el caballerito se vaya acostumbrando, y de paso cambiar el mueble de los pañales por uno que sirva para guardar juguetes y cuentos.
Paso 6 - poner detalles. Elegir un bonito juego de cama, colgar algunos cuadros, cambiar el color de la cortina y otras cositas que pueden darle un toque personalizado al cuarto.
Paso 7 (y el más importante) - convencer a mi hijo para que se quede en su cuarto y no se pase en la madrugada a mi cama... plop!