Nos tomo un tiempito entrar porque había lista de espera (y eso que la hora de almuerzo ya había pasado), pero como nos vieron con bebé la espera no fue mucha y nos acomodaron en la primera mesa que se desocupó. El lugar es muy bonito, lleno de detalles tipográficos, banquetas, plantitas, acabados en madera, cosas de estilo industrial, y ese toque medio hipster que han adoptado muchos lugares últimamente (jeje). La verdad, nada que te intimide a estar vestido de cierta manera, al fin de cuentas son hamburguesas y para eso no se necesita tanto "charm". Lo que más no llamó la atención fue el mantel de papel kraft y las crayolas para ir dibujitonteando hasta que llegue el pedido. Otro punto a favor era la música noventera, no sé si ese día el DJ estaba inspirado, pero mientras estuvimos allí toda la música estuvo muy buena.
Y ahora sí, la comida!!!. La carta ofrece varias opciones originales de hamburguesas, y puedes elegir entre papas o aros de cebolla (ósea los "onion rings" como me dijo el mesero) como acompañamiento. También a platos a la carta como salchipapas, pastas sencillas y por supuesto, hamburguesas al plato bastante peculiares. Nosotros pedimos un Chaufa Burger (que venía con arroz chaufa + plátano frito + huevo montado + ensalada agridulce), y una que la verdad no estoy segura como se llamaba, pero estaba buenaza (tenía tocino + queso + pickles + choclito y guarnición de aros de cebolla). Y para tomar mi esposo pidió un frozen de maracuyá, y yo una limonada con menta y kión, que para los que les gustan los sabores intensos como a mí, es un golazo. La única observación fue que a uno de los platos le echaron el ketchup encima, y mi esposo hubiera preferido que no lo pongan ya que no es muy fanático del ketchup.
En cuanto a precios, digamos que no es como irte a comer una hamburguesa del McDonlal's más bien como una de Chili´s, pero las porciones son bastante generosas y te atienden muy bien.
Al final nos costó terminar la comida porque todo estaba bien contundente y muy rico, así que no hay roche con los que comen bastantito, si se llenan con un plato. Salimos contentos y bastante barrigones, así que de allí nos dimos una caminadaza para que baje la pancita. Ojalá podamos regresar en otra ocasión para probar alguito más.