Y es que no hay nada cómo despertar con ese llanto de: "dame mi lecheeeeee" para comenzar el día. O llegar a casa después del trabajo y escuchar desde la reja del edificio una risa alaracosa que sale de mi depa. O estar en una reunión y pedir disculpas por esos "ruidos indeseables" que salen de la pancita de mi bebé. O conversar largo y tendido con sólo decir: "bububu, bababa".
"Hay soledad en el hogar sin bulla, sin noticias, sin verde, sin niñez."
César Vallejo (120 aniversario)
Este es mi bullero ...y no veo la hora en que de ese pedacito salga la palabra que marcará mi corazón de por vida: Mamá!
La Bechi
Ya pronto saldrá amiga y no se va a cansar de repetirtelo y tu no te cansaras de escucharlo.
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