¿Cómo es no?, cuando somos chibolos muchas veces pensamos que somos tan diferente a nuestros padres, que parece que nuestras épocas ni se mezclan, que nunca cometeremos los mismos errores, que nuestros gustos difieren tanto, que somos más expertos en nuestra propia realidad, etc. Pero cuando crecemos y somos padres es sorprendente ver que ahora somos nosotros los "antiguos" y nos da cierta nostalgia al tratar de adivinar cuánto tiempo durará esa tierna etapa dónde nuestros hijos son una "mini-versión" de nosotros mismos.
Han escuchado ese refrán "de tal palo tal astilla"...bueno, es cierto y a mí me encanta poder disfrutar en casa de la "versión original y la de bolsillo" haciendo locuras juntos.
... y la "astillita" amenaza con ser la versión recargada del original (jajaja).
Amo mucho a este par!!!
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