Tengo que admitir que a su papá y a mi nos dio cierta nostalgia porque lo vemos tan chiquito, pero él está feliz. El primer día pensé que se sentiría un poco tímido, pero entró tranquilo, jugó con todos los juguetes, participó en las actividades y se llevó muy bien con los demás niños... todo un niño aplicado (jeje). Así que es lindo ver a nuestro "pollito amarillito" crecer...
Ojalá le siga durando la alegría, y a nosotros también cuando nos entreguen la lista de útiles...waaaa!!!
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