Muchas veces agradezco que mi esposo y yo hayamos sido primero buenos amigos antes de comenzar a salir, así pudimos conocer mucho acerca de nosotros antes de lanzarnos a la aventura, sino imagínense. Seguro hubiera dicho - "Me gané, con esta flaquita un par de lechugas y se llena, así no gasto." - pero nooooo!!!.
Algo con lo que siempre me bromea es por mi voraz apetito, y el cómo es posible que en este cuerpito flacuchento entre tanta comida. Y la verdad yo creo que es un "don"...jajajaja. Pero claro, puedo comer la misma cantidad que él y tengo el privilegio de tener un estómago recontra fuerte, son muy pocas las veces que algo me ha caído mal al punto de enfermarme (eso incluyendo ceviches carretilleros y chatarra del mal). Y encima es un don familiar, porque sabrán que de los tres hermanitos Chiang yo soy la que menos come (jajajaja... ya los eché mis chinos), así que ya estamos acostumbrados a los comentarios como: "Y a dónde se te va lo que tragas", ese es el momento en que sólo se escucha por dentro: "Envidia, envidia ... me tienen envidia."...jajajaja!!!
Bueno, y la verdad que mi esposito es buen partner, porque ambos comemos bien y disfrutamos esas aventuras culinarias que nos damos de vez en cuando... y por las cuales las fotos del celular nos delatan (jeje).
Y bueno, de tales padres... tal tragoncín!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario